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martes, 28 de agosto de 2007

Estacionamientos subterráneos


Decía ayer que hoy hablaría de los estacionamientos subterráneos.
En la Ciudad de México no hay muchos y creo que debería haber bastantes más. Puedo referirme a los de Bellas Artes, Garibaldi, Morelos, Zapata y Sullivan como los más destacados, hay otros debajo de la Basílica y de algunas plazas delegacionales.
En algún momento se dio una gran polémica (1995-1997) en torno a la construcción de estos estacionamientos y aún cuando se hicieron licitaciones públicas y se declararon ganadores, el estacionamiento que correspondía a la calle de Niza fue desplazado algunas cuadras hasta la calle de Morelos.
Algunos de estos estacionamientos se proponían debajo de plazas públicas, como la Río de Janeiro en la colonia Roma, el Parque Lincoln en Polanco y algunas estaciones del metro, como Chapultepec. En el caso de Niza hubo resistencia del comercio de la Zona Rosa … pero finalmente vino un declive de la Zona Rosa que afectó a los que se resistieron. En el caso del de la Plaza Río de Janeiro hubiera afectado a su muy nutrida vegetación, lo mismo que en el del Parque Lincoln. En el metro Chapultepec hubiera sustituido al ambulantaje por la formalidad.
¿Estamos de acuerdo con que se construyan estacionamientos subterráneos? Sin duda alguna. Creo que en la Condesa y en la Polanco hacen mucha falta. No son los únicos lugares, pero son los más simbólicos, por el creciente número de bares y restaurantes, así como porque no hay suficientes predios dedicados a estacionamiento y se sufre una saturación completa en las aceras a cientos de metros a la redonda.
No es lo más adecuado hacer estos estacionamientos debajo de las plazas públicas cuando ello implica sacrificar el entorno urbano. Vale la pena hacerlos cuando ayudan a mejorar el entorno. El estacionamiento de Bellas Artes mucho ayudó a este respecto, puesto que concluyó el cierre de 5 de mayo. El Palacio de Bellas Artes, años atrás, no lucía como ahora, pues tenía autos estacionados justo en frente. Se ha hundido varios metros, pero la plaza luce mejor ahora que sólo es peatonal. Allí un estacionamiento mejoró el entorno.
Por ejemplo, en la calle de Michoacán, en la Condesa, deberíamos construir un gran estacionamiento subterráneo, y al mismo tiempo restringir los espacios para este efecto en la vía pública, de tal suerte que incluso ganáramos espacios peatonales y hasta se pudieran colocar algunos monumentos. Lo mismo me parece que puede ocurrir en Julio Verne o en Emilio Castelar. Posteriormente habrá que identificar otros lugares susceptibles para estas obras, sin afectar la capacidad de permeabilidad del suelo, ni la vegetación existente, o en todo caso compensar con creces los impactos ambientales y los urbanos.
Eso sí, yo no compartiría el que debajo de un parque se hiciera un estacionamiento subterráneo. Es decir, diría no a la posibilidad de hacerlo por ejemplo debajo del Parque Lincoln, sí debajo de las calles aledañas, pero no debajo del parque. Lo mismo aplica para la Plaza Río de Janeiro, para el Parque España o para el Parque México (en este caso me parece que debajo de la calle de Sonora podría hacerse el estacionamiento), y cuantimás para el Bosque de Chapultepec (Y no quisiera volver a lo mismo: señores del Grupo Daños, olvídense de hacer su torrecita en forma de féretro y su estacionamiento matabosques).
En muchos casos, estos estacionamientos sí hacen falta y hay que empujarlos, al igual que el reordenamiento de los paraderos … del que hablaré mañana.

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