El bloguero de la megablógolis

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lunes, 12 de noviembre de 2007

Cuicos abominables

Salí de la casa como a las 7:10 de la mañana. Atravesé la ciudad rumbo a mi destino. El tráfico iba maravillosamente bien. A las 7:50 estaba a menos de dos kilómetros de la meta. Pero oh, llegué a las 8:30 ¿Cómo ocurrió esa magia? Bueno, pues los policías daban preferencia a una avenida y bloqueaban la calle en la que yo iba. Los de la avenida beneficiada contentos, los de la mía, mentando madres. ¿Qué nadie los hará entender que los semáforos no son puntuales sino son parte de un sistema? ¿Qué no podemos tener certidumbre en el tráfico? Si nadie altera las cosas, tiende a regularizarse el tráfico, pero si éste lleva un comportamiento caprichoso o aleatorio, las cosas no mejorarán nunca.
En la megablógolis se prohibe que los policías alteren los semáforos o den preferencia a una avenida sobre otra, si no hay una causa importante (una emergencia o un operativo de seguridad).

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