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sábado, 8 de diciembre de 2007

10 años de gobierno perredista

El 4 de diciembre comenté respecto al gobierno de Marcelo Ebrard y decía que el saldo ha sido positivo.
En cambio ¿cuál es el saldo de 10 años de gobierno perredista en la ciudad? Yo creo que ha sido negativo. Creo que la ciudad ha sido rehén de 5 personas, de las cuales 4 han demostrado tener prioridades distintas a la ciudad.
1997-1999 Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. En casi dos años, la ciudad fue víctima de su indecisión, de que "bue, bue, no tengo información" como empezaron a mofarse algunos imitadores. Cárdenas estuvo más interesado en su tercera campaña a la Presidencia que en la ciudad y ya no quiso hacer inversiones arriesgadas, era muy poco tiempo para cuajar grandes proyectos.
1999-2000 Rosario Robles. Los 14 meses que estuvo Rosario Robles al frente de la ciudad fueron mejores que los 22 de Cárdenas. Tomó decisiones, pero tampoco tuvo tiempo de hacer grandes obras.
2000-2005 Andrés López. Casi 5 años estuvo al frente de la ciudad y como si no hubiera pasado por ella. La ciudad careció de proyecto. Fue improvisando las grandes obras y sin que lo hubiera pensado antes de iniciar su gobierno, un mal día nos anunció el segundo piso en Periférico y Viaducto, y nos cumplió el primero de los dos. Luego decidió hacer el Eje 5 Poniente, luego la primera línea de BRT sobre Insurgentes. Al final terminamos con mucho más tráfico, con muchos puentes construidos en su gestión, seguro que nadie había construido tanta vialidad, pero sin un plan articulado que redujera los congestionamientos. Al contrario, la paradoja Pigou-Knight-Downs se demostró en la Avenida de los Poetas: una gran obra puede causar más tráfico que el que soluciona. La ciudad parecía campo minado y fue víctima de una estrategia de chantajes de un loco que no merecía llegar hasta donde llegó. El desafuero debió ser algo adjetivo, pero él lo aprovechó, sabiendo de la violación a un amparo, para mostrar su popularidad. Al final, la ciudad fue lo que menos importó.
2005-2006. Alejandro Encinas comenzó imponiendo su propio estilo y mostrándose ajeno a su predecesor. De pronto los acuerdos fluyeron, con Vicente Fox, con Enrique Peña. Todo iba bien, hasta que Encinas pasó de la institucionalidad a la campaña, poco a poco empezó a apoyar a su jefe, hasta que luego de la elección, se olvidó que era Jefe de Gobierno y apoyó en todo lo que pudo al plantón bastardo.
2006-2007. Marcelo Ebrard, a pesar de que aspira a la Presidencia, ha sido institucional y mientras siga así, no dejaré de elogiarlo. Ahora sí se percibe que hay proyecto, aunque no deja de haber improvisaciones. Pero creo que en su equipo hay gente muy profesional, y no sólo eso, gente que por su edad o su condición política, tiene retos y se esfuerza por demostrar que las cosas se hacen bien.

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