El bloguero de la megablógolis

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jueves, 2 de octubre de 2008

2 de octubre, olvidarlo o no olvidarlo

Este 2 de octubre se cumplen 40 años de la represión estudiantil organizada -todo parece indicar que así fue- por el malnacido de Luís Echeverría. Todavía estamos afectados por el síndrome. Hay muchas más cosas que recordar, sin embargo, que la matanza. Los que entonces recibieron un balazo, hoy son senadores; los que entonces murieron, han dejado de ser héroes. La memoria de la matanza ha sido suplantada por la agitación por la agitación misma.
Año tras año, sindicatos, organizaciones sociales, estudiantes, acuden por sus propias demandas, pero han entrado en un círculo en el que pase lo que pase hay que protestar. Eso deja atrás la herencia que deberíamos recibir del 2 de octubre: una herencia de libertad, de democracia y la maduración de una generación. Sin embargo, 40 años después tenemos un país dividido, una "izquierda" amargada y mediocre, y una "derecha" prepotente y desconectada de su pasado de lucha democrática (en el fondo estoy convencido de que ni una es izquierda ni la otra es derecha).
La autonomía universitaria se volvió símbolo de una entidad soberana a la que aquí mismo he llamado "el vaticano de los herejes", en la que la defensa de dicha autonomía está muy por encima de los verdaderos valores universitarios. La autonomía se refiere a los contenidos educativos no a una soberanía territorial. El 2 de octubre va de la mano, 40 años después, del estado dentro del estado.
La autoridad se ha visto como sinónimo de la represión. La autogestión, como espejo de la democracia. El autoritarismo de los extremistas, como el orgullo de los valientes. La mediocridad histórica, como la trascendencia.
Ese 2 de octubre me resulta de pacotilla, olvidémoslo. El verdadero 2 de octubre que hay que recordar no puede conllevar un resentimiento por la sangre innecesariamente derramada, sino un orgullo por la semilla sembrada en lo que todavía no acaba de germinar, que es la verdadera libertad, justicia y democracia mexicanas.

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