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viernes, 6 de febrero de 2009

La política y el ejercicio de gobierno

Recientemente Fernando Belauzarán ha cuestionado la participación de Marcelo Ebrard en la elección de candidatos y en la vida interna del Partido de la Revolución Democrática. ¿Está mal que un gobernante participe en política partidista?
Me parece que hemos vivido este tema con mucha hipocresía. Es obvio que todo gobernante necesita un grupo político que lo respalde y necesita tener el dominio de ese grupo político. Claro, de allí a que sea persecutor de opositores, o la única voz cantante en su partido, me resulta indebido, lo mismo que el uso de recursos públicos a favor de un partido.
Lo que quiero decir es que todo gobernante es militante y es dirigente, y que tiene derecho a participar en su partido o en su grupo político de apoyo. No tiene derecho a utilizar recursos públicos, no tiene derecho a que partido y gobierno adopten la misma estrategia de campaña o de comunicación, como se estila, ni mucho menos a impulsar la simbiosis gobernante - partido - gobierno, como la asquerosa campaña de "Fidelidad por Veracruz" que impulsa el hampón del mismo nombre.
Yo creo que Marcelo Ebrard puede y debe hacer su esfuerzo para que personas afines a él ganen diputaciones, pero en todo caso lo debe hacer como un militante más y otros grupos tienen el mismo derecho a impulsar a sus candidatos. Eso no tiene nada de malo, lo malo es vivir en la hipocresía de decir que los gobernantes no deben ser militantes, cuando todos lo son en mayor o menor grado. Es mejor transparentar las cosas y definir límites.

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