El bloguero de la megablógolis

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lunes, 16 de noviembre de 2009

El próximo 5 de diciembre, el Distrito Federal cumplirá 12 años siendo gobernada por autoridades electas por los ciudadanos. En el ínter ha habido dos jefes de gobierno electos indirectamente, es decir, que ante las ausencias de Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés López la Asamblea Legislativa nombró a Rosario Robles y a Alejandro Encinas. Con Marcelo Ebrard estamos en nuestro 5º Jefe de Gobierno en estos 12 años. ¿Qué tanto ha cambiado la ciudad?
Sigue siendo una ciudad insegura, aunque había mejorado un poco, la reciente crisis ha cooperado al deterioro. Seguimos enredados en conflictos políticos. El agua sigue siendo un tema de discusión. El transporte por fin, y esto es muy reciente, da esperanzas de mejora, pero hasta el momento la mejora no llega aún al millón de "tramos de viaje" en una ciudad de 29 millones de "tramos de viaje" (sumando 2 rutas de Metrobús por 500 mil viajes, una de trolebús por 100 mil pasajeros, un suburbano por algo así como 100 mil pasajeros, y una mejora en algunas rutas de RTP sin que tengamos datos sobre su impacto).
En términos de salud o educación hay acciones positivas, como la Universidad de la Ciudad de México, algunas clínicas sobre todo en el oriente de la ciudad. En baches seguimos teniendo no sólo baches sino retraso en su reparación, de hecho el ritmo de repavimentación disminuyó de manera considerable desde el 2001 y se ha comenzado a recuperar pero aún está 33% abajo de su máximo histórico de 3 millones de metros cuadrados. Tenemos graves problemas en lo que a basura se refiere.
Las instituciones no están ayudando mucho a mejorar los problemas. A menudo son parte de ellos. De no ser por objetivos fijos delineados por el Jefe de Gobierno en turno, por ejemplo el ayudar de manera directa ($) a los más pobres que fue impulsado por Andrés López; o el estimular programas ambientales como el uso de la bicicleta, por Marcelo Ebrard, la ciudad no está cambiando por sus instituciones. La Asamblea Legislativa es sede de constantes conflictos, los diputados del PRI han decidido proteger a un diputado que no tiene la más mínima educación y que ha roto hasta una puerta o se ha robado la bicicleta de la Secretaria de Medio Ambiente, los del PRD los han apoyado a cambio de complacencia.
En términos generales, se podrán haber tenido buenas experiencias o malas; se podrá estar de acuerdo con López Obrador, Cuauhtémoc Cárdenas o Marcelo Ebrard; se podrá ser beneficiario de acciones de gobierno buenas o víctima de las malas. Sin embargo, en términos generales, esta ciudad no sólo no ha avanzado, tampoco se encuentra en vías de mejora sostenible, es decir, que las mejoras que podamos ver en el corto plazo se mantengan en el largo o puedan ser superadas por un círculo virtuoso de mejoras.
Este artículo no es para atacar al PRD y sus gobiernos en la capital. No, este artículo es para reflexionar y asumir culpas. Si tengo mi momento propositivo en este blog no puedo quedarme aquí. Si tienes tu momento de lectura de propuestas y has llegado a este blog, no puedes quedarte aquí. Así que mi pregunta es ¿qué estás haciendo para que tu ciudad entre en un ciclo ascendente de superación de sus (tus) problemas? La respuesta más que quedar en los comentarios de este artículo, debe quedar en tu cabeza, como primer paso y en tus pasos, como segundo. Es decir, puedo soltar (y lo he hecho, por supuesto) una letanía de cuestionamientos e insultos contra los 5 jefes de gobierno, contra las decenas de secretarios y los cientos de autoridades que hemos tenido en esta ciudad en 12 años, también contra los alrededor de 300 diputados locales y contra las decenas de delegados. Igualmente, contra los líderes de mi partido o los de los otros partidos. No es ese el caso, no hoy.
¿Qué estoy haciendo para que mi ciudad mejore? ¿Nos atrevemos a cambiar el discurso y empezar a asumir culpas? No es el populismo de AMLO o el complotismo de Diego (dos extremos del discurso) lo que nos ayudará a mejorar la ciudad, sino el asumir culpas y hacer lo máximo que tengamos a nuestro alcance para mejorar.
¿Quién se suma a este cambio de rumbo?

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