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jueves, 15 de abril de 2010

NUEVAS TECNOLOGÍAS DE COMUNICACIÓN, ¿NUEVA FORMA DE HACER POLÍTICA?

Por José Alberto Márquez Salazar

La generación política de los cincuentas y sesentas, definida como “Generación del No” por algunos analistas e intelectuales, empieza a atender el uso de Twitter y de Facebook como instrumento para hacer política. Luego de que se difundiera que una parte de la campaña electoral de Barack Obama para la presidencia de la República tuvo como base a Twitter, no falta quien advierta la necesidad de utilizarlo. Víctimas de la necesidad de legitimarse, esa generación busca ansiosamente elementos que generen credibilidad y en las nuevas tecnologías creen encontrarlos.
Desde la antigüedad hasta nuestros días, la política sigue siendo la misma basada en los deseos, interese y sentimientos humanos; es el ser humano quien la instrumenta, la usa, la deforma y la vuelve a conformar. El quién hace qué porqué y para quién y qué sigue siendo la base de la política y, por supuesto, la base de lo que tenemos hoy en el Estado moderno.

¿Las nuevas tecnologías de comunicación renuevan a la política o son simplemente un instrumento social y tecnológico que debemos utilizar para inferir en el ejercicio del poder y limitarlo y para comunicar mejores ideas y fomentar mayores responsabilidades? No me atrevería a dar una respuesta sencilla porque las subversiones silenciosas que la sociedad experimenta gracias a los cambios estructurales no son sencillas y poco predecibles. Las reformas borbónicas aplicadas a finales del siglo dieciocho impactaron en el diecinueve e influyeron en la independencia de muchas colonias en América Latina.

Las transformaciones que la red generó desde su aparición impactaron en todos los renglones de la vida cotidiana de los seres humanos. Hoy, estas redes sociales han abierto, por lo menos en México, varios canales de análisis que pueden enumerarse indiscriminadamente así:

1.- Se ha construido una serie de redes de información y comunicación entre un grupo reducido de usuarios de la red. (De por sí, los usuarios de la red en México son relativamente menores a los de otros países y menos aún los que usan twitter y facebook).

2.- Se generan datos e información no siempre válidos y no siempre sustentados en una realidad concreta. Además, una buena parte de lo publicado es dado por hecho y como verdad.

3.- Las redes sociales son productoras de opiniones y generadoras de movimientos sociales que no pueden ser detectados, supervisados o controlados por los aparatos institucionales.

4.- Ese selecto grupo de gente empieza a rebasar a los medios tradicionales de comunicación y darles elementos a estos, de tal forma que los criterios de twitter y facebook van uniformando también los criterios de los medios masivos tradicionales.

5.- Se ha generado un cierto grado de confusión sobre cuál es su función y cómo deben utilizarse. Hay quienes extienden los beneficios de las redes para el comercio, negocios, la política, la comunicación y hasta la seguridad pública y el otro extremo que los utiliza para trivialidades y nimiedades.
6.- Cómo se enfrenta la creación de una forma de gramática.

7.- Las redes sociales obligan a una profunda claridad en los conceptos.

8.- Cómo se genera un código de ética o cómo se autorregulan los propios usuarios para evitar abusos y usos irresponsables o delincuenciales.

Es evidente que son estos temas los que he visto como más relevantes, pero no son los más importantes o los únicos. Y precisamente, algunos de ellos son los que interesarían para el tema político.

En primera instancia, el uso de las nuevas tecnologías no significa dejar de lado el contacto que deben tener los políticos con la gente.

Segundo.- Publicar datos, comentarios o críticas, no significa transmitir ideas políticas y muchos menos convencer políticamente a los otros.

Tercero.- El publico de twitter o facebook es de los que mayor atención ponen a las ideas claras y son sumamente críticos (la misma obligación de, primero para utilizar 140 caracteres obliga a la claridad). Esto significa que los usuarios deben evitar la demagogia y discursos rebuscados si quieren impactar a los verdaderos especialistas. En el manejo de las redes

Cuarto.- El uso de twitter o facebook obliga a un uso personalizado. Es decir, el “político” debe utilizar él mismo las redes y no delegarlas a algún asesor o ayudante.

Quinto.- El político debe tener bien claro cuál es el uso que le dará a las redes: comunicar ideas, programas; generar redes de apoyo; promover la discusión y análisis de temas básicos o simple y sencillamente estar en lo nuevo de la tecnología.

Sexto.- Las redes sociales no son una campaña política, son instrumento para las campañas políticas.

Si la generación de políticos que está en los reflectores entiende y resuelve estos apuntes, provocará una verdadera revolución en la forma de “hacer política”, de otra forma solamente volverá a caer en la demagogia que los caracteriza. Saber diferencias que es información de lo que es propaganda hará un uso más eficiente para la nueva forma que demanda la sociedad.

La política será la misma hasta que el ser humano desaparezca, pero las herramientas para hacerla más eficiente iluminarán la mejor vía.

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