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lunes, 10 de mayo de 2010

Taxis


La Ciudad de México es la ciudad con más taxis en el mundo. La proporción supera cualquier relación. No es difícil conocer a un taxista, tener un amigo taxista, un vecino taxista o incluso un familiar taxista. Sólo en el Distrito Federal hay más de 130 mil taxis, algo así como un taxi por cada 70 habitantes. Esto significa que los viajes de 70 personas deben pagar el ingreso de un taxista ... o más, pues hay taxis que son manejados por más de una persona.

Los ciclos de renovación de los taxis son cada 10 años. Esto significa que sólo en el Distrito Federal se renuevan en promedio 13 mil taxis al año. Los viejos vochos han comenzado a desaparecer y pronto ya no habrá ningún taxi en Volkswagen Sedán. Los vehículos eran inseguros para su función y qué bueno que fueron desplazados.

Ahora podemos ver todo tipo de vehículos sirviendo como taxis: desde los tradicionales Tsurus hasta sedanes más atractivos como Jetta o vehículos subcompactos como Atos y Matiz. ¿Sabemos qué tipo de vehículos se requieren para el servicio de alquiler?

Hacia el futuro veo dos grandes tendencias:

1. La estratificación del servicio de taxis sería muy necesaria si queremos que algunos automovilistas dejen su coche. Se requiere por tanto la generalización de un servicio de lujo y un servicio medio, ambos obvio más caros que el servicio regular pero también con taxímetro y otras condiciones que comentaremos más adelante.

2. El diseño de un taxi común en el que participen todas las armadoras del país y aprovechen con un diseño nacional (exportable) una venta de al menos 13 mil unidades al año. Cantidad nada despreciable. Es decir, un vehículo que haya sido diseñado para taxi y que sea obligatorio para el servicio básico de taxi.

La segunda propuesta es un tanto más difícil que concretar que la primera, para la cual bastaría con adaptaciones a la regulación que establecieran diferentes modalidades para el servicio, con sus respectivas tarifas.

Para establecer un modelo de taxi con diseño apropiado habría que propiciar el acuerdo de las armadoras nacionales para el diseño del vehículo, con el mayor nivel de integración nacional, y eventualmente con particularidades que permitan generar un ambiente de competencia al momento de la venta del mismo.

Los pasos a seguir serían los siguientes:

1. Acuerdo de las armadoras para el diseño de un vehículo conjunto

2. Determinación por especialistas de los elementos que debe contener un taxi cómodo, seguro, de bajo consumo de combustible, de fácil acceso y salida, con identidad, con materiales de calidad y duraderos, etc.

3. Determinación, a partir de tales características, las ventajas competitivas de cada marca para lograr la mejor calidad con los precios más bajos.

4. Determinación de los elementos específicos que pudieran considerarse en cada vehículo para generar condiciones de competencia al momento de la venta.

5. Determinación de estándares del servicio postventa que permita que las armadoras participantes se beneficien del mismo, y permita que también el mantenimiento de los taxis sea uniforme.

La autoridad del DF debe procurar este acuerdo entre las armadoras, así como los mecanismos que hagan obligatorio, o en su defecto incentiven a que todos los taxis tengan este diseño.

Londres hace tiempo que recurrió a un diseño específico para sus taxis. Esto ha hecho que un taxi pueda no sólo contar con los elementos necesarios para el servicio, sino que pueda además ser identificado desde lejos. Estamos acostumbrados, lamentablemente a un mal servicio de taxis: éstos pueden fallar, ocupan luces de menor intensidad o distinto color para hacerse identificar, la inseguridad se ha reducido pero subsiste, la calidad del vehículo puede variar enormemente.

Adicionalmente requerimos reemplazar el servicio de "ruleteo" por un servicio de fácil localización sin que incremente el precio.

En Polanco y otras zonas de la ciudad se han establecido barreras que limitan el uso de servicios de sitio: los sitios cobran tarifas mínimas de 40 pesos por ejemplo, o cobran por destino y no por taxímetro, lo que en todo caso debería estar fuertemente sancionado. El resultado es que los servicios de sitio tendrían que ser obligatorios, y existir servicios telefónicos y o por internet, con alternativas de geolocalización que hagan más sencillo el servicio, den certidumbre en la calidad y el precio, y desincentiven el uso del vehículo particular. El "ruleteo" deberá desaparecer por completo.

Si la gente deja más veces el auto en casa, habrá viajes que haga caminando, habrá otros que haga en transporte colectivo y habrá otros que haga en taxi, además de que se reduce el tiempo de búsqueda de estacionamiento y se abre la posibilidad de no llevar el vehículo al punto de mayor congestionamiento sino bajar del taxi en una calle cercana y caminar un poco.

Hace un rato vi un taxi en un vehículo Kangoo de Renault. Este tipo de vehículos (incluyendo su equivalente Partner de Peugeot, que me parece no se fabrican en México) podría ofrecer mayor funcionalidad para el servicio de alquiler, pero insisto en que las armadoras con planta en México deberían llegar a un arreglo para la fabricación de un auto adhoc al servicio prestado.

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