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lunes, 4 de octubre de 2010

Las densidades


La Ciudad de México se expandió sin límite hacia todos sus extremos absorbiendo pueblos y ciudades menores que finalmente quedaron integrados en una gran mancha. El criterio legal para hablar de la Ciudad de México es el Distrito Federal, así está definido en la Constitución. Sin embargo, para contar la cantidad de personas que vivimos en ella generalmente se toma un criterio más práctico que se refiere a los casi 20 millones de habitantes de la Zona Metropolitana.

Si tomáramos el mismo criterio en Guangzhou, no tengo la menor duda de que entre esta ciudad y Hong Kong encontraríamos una gran metrópoli de más de 35 millones de habitantes, con una mancha urbana continua que incluye otras grandes ciudades como Dongguang y Shenzhen, cada una con más de 7 y 8 millones de habitantes, y otras más que no estoy considerando por no conocer a detalle la geografía urbana de la región.

Guangzhou está separada de Hong Kong por una distancia que en tren se recorre en 2 horas aproximadamente. Sin duda entre Chalco y Huehuetoca haríamos más de 3 horas de camino por cualquier medio de transporte, cualquier día de la semana, en cualquier horario. ¿Nos hemos acomodado de la mejor manera?

En Hong Kong he podido ver un desarrollo completamente vertical. Uno mira hacia cualquier punto y ve desarrollos en los que Tlaltelolco parecería un juguete. Conjuntos de edificios de más de 40 pisos. Sólo de observar, rápidas cuentas nos llevan a más de mil habitantes por edificio, más de 4 mil por conjunto. Uno tras otro.

En Guangzhou las cosas no son muy distintas, angostas calles interiores escoltadas por edificios habitacionales a menudo de más de 10 pisos, todos en supermanzanas con frentes de edificios que pueden tener entre 20 y 50 pisos. Uno tras otro. El Río Perla se toma su espacio, eso sí, y los fuerza a expandir un poco más la mancha urbana. Uno llega a los límites (los encontré por sorpresa) y las densidades se desploman, se acaban las avenidas impecables y uno encuentra a la gente hasta lavándose los dientes en la calle al lado de un canal de agua potable (del cual jamás bebería).

En Hong Kong el espacio público está en los puentes, en las pasarelas entre un edificio y otro. Los domingos la gente se va a convivir sobre cajas de cartón, tapetes de plástico y otras soluciones improvisadas, en esos espacios artificiales y sombreados, sí hay parques pero la gente no realiza esa misma convivencia tipo "día de campo" sobre el pasto bajo un árbol.

En Guangzhou se ve la gente por todos lados conviviendo, la densidad es tan alta que toda la calle es conquistada por la población en todo momento. Mi último día fue el sábado y frente a un gran parque, que por su ubicación y características (un monte al centro) evocaría a la primera sección de Chapultepec. Completamente lleno.

Ahora estoy en Japón. Llevo pocas horas por acá, pero lo que veo son densidades un poco menores que en China pero mucho más humanas. Frente a mi una escuela de 5 niveles, al fondo varios edificios de 10 niveles, a lo lejos, y sólo a lo lejos algún edificio como de 30. En conjunto hacen una muy buena densidad, lo suficiente para tener un buen transporte (densidad y transporte público van de la mano siempre). Bicicletas por doquier. Esto está más próximo al paraíso.

En la ciudad de México tenemos zonas con una buena densidad. En general la zona central tiene una densidad aceptable. En otros lados la densidad se pierde. En otros más la densidad se logra con el hacinamiento: en un espacio reducido viven varias familias, eso pasa mucho en colonias populares. En otras ciudades mexicanas la densidad es pavorosa: en Mérida es muy difícil desarrollar un buen sistema de transporte por las bajas densidades, en el norte se han fomentado estúpidamente estas bajas densidades generando una mayor dependencia del automóvil.

Paulatinamente debemos ir incrementando las densidades de nuestras colonias. Hay algunas que ya están en un buen punto de densificación, allí no hay que centrar el esfuerzo, pero sí aquellas que tienen un buen nivel de servicios públicos y centralidad, es decir una vinculación fuerte ya sea hacia la zona central o hacia los centros regionales de la ciudad. La densificación no tiene que ser hacia un Tlaltelolco, ni mucho menos inspirada en estas grandes concentraciones de habitantes con dos pisos de centro comercial y 40 o más de vivienda. Sino a una mejor integración del espacio habitacional con el espacio público que a su vez genere empleos locales. El modelo japonés me gusta mucho más: no importa tanto que la ciudad se expanda si genera condiciones de calidad de vida en su camino. La escala es mucho más humana.

2 comentarios:

Moy dijo...

Aunque tamabién creo que se debe tener cierto control para aumentar la densidad en ciertas áreas. En México, D.F. algunas colonias centrales han aumentado radicalmente la densidad habitacional: en un espacio donde había una casa para una fmailia, ahora hay un edificio para 10, cada una con vehículo y necesidades; lo que genera tráfico, generación de desechos y desabastecimiento en los servicios como el agua. En algunas zonas de la colonia Del Valle, por ejemplo, los edificios nuevos comienzan a abosorber el agua con mayor rapidez y eficiencia que los viejos, dejando a estos últimos sin este servicio.

Roberto Remes Tello de Meneses dijo...

Muchas gracias, estoy de acuerdo sobre todo en la dotación de servicios básicos, pues se debe demostrar su existencia antes de desarrollar algo. En el caso del estacionamiento en realidad suponemos que ese caos será el que persuada a los usuarios de su uso, con lo cual, si hay disponibilidad de transporte en la zona (sí es el caso de la Colonia del Valle) se incentivará su uso.